Tal vez a algunas de vosotras Papa Noel os haya tratado muy bien y hoy tenéis en vuestro dedo un precioso diamante. A algunas tal vez estos Reyes Magos os sorprendan. Por si ya tenías algún diamante o por si se han dado estas últimas posibilidades, os daremos algún consejo para conservar vuestra joya en perfecto estado.
Como todos conocemos el material más duro que existe es el diamante, no obstante tendremos que tener en cuenta algunos cuidados si queremos conservar su brillo intacto.
Lo primero que debemos hacer es guardar siempre nuestro diamante en su estuche original o en todo caso en un recipiente único para él. Guardar varias piezas con diamantes juntas tendrá como consecuencia que entre ellas puede llegar a rayarse, sobre todo las piezas de oro, plata o platino donde irán engarzadas.
Evita llevarlos puestos cuando realices trabajos domésticos ya que los productos químicos, (limpiamuebles, lejías,...) podrían "matar" su brillo.
Lávalo una vez al año con una solución jabonosa (jabón líquido suave) y con un cepillo de dientes suave. Tras frotarlo, dentro de la solución jabonosa, acláralo bajo el grifo y después solo hay que secarlo con un paño suave pero sin pelusa. ¡Y sobre todo! cuando lo aclares debajo del chorro del grifo tienes que tomar precauciones como cerrar el tapón del desagüe y poner un colador debajo de tus manos. Si no haces esto y se te escurre entre los dedos podrías llegar a perderlo.
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